Venus Williams (California, 45 años) y Andrea Preti (Copenhague, 37 años) se casaron el pasado 18 de septiembre con la idílica isla italiana de Ischia como escenario. Fue una ceremonia privada y ni siquiera los recién casados compartieron contenido del enlace públicamente. Sin embargo, la tenista y el modelo han decidido hacer una segunda celebración a lo grande en Palm Beach (Florida), y esta vez no han dudado en proclamarlo a los cuatro vientos. “Siempre dicen que las bodas pasan muy rápido, y así es”, ha declarado Williams a la revista Vogue, que ha cubierto en exclusiva los cinco días de celebraciones.La estrella del tenis quiso volver a sus raíces en Florida para realizar esta segunda ceremonia que fue planeada por Jennifer Zabinski, de JZ Events, la misma compañía que trabajó en la boda de su hermana, Serena Williams, en 2017. “Empezamos el lunes. Serena nos regaló un yate precioso y se encargó de toda la comida. Estuvimos en el barco con 10 o 12 de nuestros familiares y amigos más cercanos que estaban en la ciudad, y estuvimos cantando, bailando, chismeando y simplemente disfrutando el uno del otro”, ha descrito la novia. Más informaciónLos eventos de la semana previa a la ceremonia incluyeron una despedida de soltera, una fiesta en la piscina, un día deportivo (con voleibol, tenis, balón prisionero, carreras de carretillas y pickleball) y una cena romántica en el club de miembros de Miami Sopra. Venus finalmente se casó con Preti en una boda en un juzgado el 19 de diciembre, con un vestido diseñado por Morilee New York, según Vogue. “Para mí, la ceremonia en el juzgado fue única, emotiva y profunda”, declaró Preti a la publicación. “Fue el segundo mejor día de mi vida”, bromeó, en alusión a la primera boda.Esta vez, tanto Williams como Preti han mostrado detalles de la boda en sus respectivos perfiles de Instagram, donde ella acumula 2,1 millones de seguidores y él 714.000. “Un sueño hecho realidad”, ha escrito la tenista en uno de los posts en los que descubre sus diferentes looks para las celebraciones. “Es una especie de magia”, dice el también actor en otra publicación, en la que describe a Williams como su “hermosa esposa”. Durante la ceremonia principal de la boda, que tuvo lugar después de las nupcias en el juzgado, Preti desfiló con su madre al ritmo de I’ll Be There, de los Jackson 5. “Representaba lo que mi madre es para Venus. Que pase lo que pase, ella estará ahí”, ha dicho a Vogue. Williams, por su parte, salió al ritmo de Ovunque Sarai, de Irama, que según explica el modelo a la publicación, le recuerda a su abuela, “que falleció durante la covid”. Tras leer sus votos, la pareja se retiró con la canción Signed, Sealed, Delivered, de Stevie Wonder y, posteriormente, bailaron I Only Have Eyes for You, de The Flamingos, al entrar a la recepción principal. “Cuando vi a Venus, era hermosa, como una diosa. Estaba llorando y feliz. Sé que mi abuela estaba allí, mirándonos”, cuenta Andrea. La pareja y sus invitados culminaron la romántica ocasión con una fiesta posterior en el exclusivo restaurante Sophia’s Hobe Sound. “Fue un día de lo más feliz, hermoso y dulce”, lo describe Williams.La pareja también ha aprovechado la entrevista para desvelar algunos detalles sobre la pedida de mano, que tuvo lugar en la Toscana el pasado 31 de enero. “A Andrea y a mí nos encantan las escapadas, y fuimos a un lugar maravilloso con aguas termales”, recuerda la tenista. Después de un día flotando en piscinas de agua salada y masajes en pareja, estaban cenando en la terraza cuando Andrea sugirió pedirle un deseo a una estrella. “Me preguntó: ‘¿Quieres oír mi deseo?’. Dije: ‘¡Sí, genial!’. Y cuando me giré, tenía el anillo en el bolsillo. Me preguntó: ‘¿Quieres casarte conmigo?’. Y no podía parar de saltar, reír y sonreír porque eso es lo que hago cuando gano partidos importantes. Pensaba: ¡Sí, sí, sí!”, comparte Williams.Según confirman a Vogue, los recién casados se conocieron en 2024, durante la semana de la moda de Milán. “Nos conocimos en el desfile de Gucci”, relata Williams. “Estaba en el Lago Como, en un viaje de hermanas, cuando me invitaron a última hora y decidí ir por capricho, y Andrea estaba cansado. Ninguno de los dos tenía previsto ir”. Sin embargo, después del desfile, el exdirector creativo de la marca, Sabato De Sarno, organizó un aperitivo privado donde coincidieron, y la saltó la chispa enseguida. “Vi a V [Venus] y quise presentarme”, cuenta Andrea. “Estaba en el sofá con sus amigos y familiares. Le dije: ‘Eres guapísima’, y entonces empezó a hablarme en italiano. Charlamos un rato y le pregunté si quería algo. Fui a la barra a pedir algo, y su hermana Lyn se me acercó y me dijo: ‘¿Te importa si hablamos por WhatsApp? Creo que le gustas a mi hermana”. Andrea y Venus inmediatamente comenzaron a enviarse mensajes de texto y se encontraron en Londres poco después, donde ella lo invitó a desayunar con su familia. “Ya superé la fase de andar a escondidas”, dice a Vogue, recalcando que, después de pasar seis años soltera, buscaba algo simple y directo.

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