La guerra abierta entre el Instituto Cervantes (IC) y la Real Academia de la Lengua, que estalló días antes de la celebración del Congreso de la Lengua Española en Arequipa (Perú), celebrado el pasado octubre, ha entrado en un nuevo capítulo después de que este martes el director del Cervantes, Luis García Montero, acusara a su homólogo en la RAE, Santiago Muñoz Machado, de querer “imponer” Panamá como sede del próximo CILE. Ante estas afirmaciones, fuentes de la RAE aseguraron a este diario que la propuesta no fue iniciativa de Muñoz Machado, sino que fue un acuerdo unánime de todas las Academias, algo que ratificó horas después el director de la Academia panameña, Jorge Eduardo Ritter, en declaraciones al periódico local La Prensa. Este miércoles, el Cervantes ha contestado a través de un comunicado que el procedimiento vulnera las normas de organización de los congresos. En su nota, la institución que dirige García Montero detalla que la elección de Panamá de manera “unilateral, sin el previo conocimiento del Cervantes”, se salta la norma que dicta que “los países aspirantes a convertirse en sede deben formalizar su candidatura mediante una comunicación oficial de su gobierno al de España y a las instituciones organizadoras (IC y la RAE), que decidirán de acuerdo con las circunstancias del momento”. Además, exige a la RAE que “rectifique su actuación y vuelva a la senda responsable de mutua colaboración”, y lamenta que “utilice a las Academias latinoamericanas provocando daños a las relaciones institucionales y culturales con Panamá”.Más informaciónEn la entrevista publicada en el diario panameño, Ritter considera que “la objeción del Cervantes sería injusta si se basa en la percepción de una imposición individual desde la RAE”. A la vez, subraya que la elección de Panamá fue un acuerdo “colectivo y transparente” adoptado durante el CILE de Arequipa. En sus declaraciones de ayer, García Montero afeó esa unilateralidad y aseguró que se enteró de la elección de Panamá “porque otras Academias lo comentan”. Además, apuntó directamente contra Muñoz Machado: “No permitir las ofensas a una institución de Estado como el Instituto Cervantes, a las que nos tiene acostumbrado el director de la Real Academia Española”, sentenció García Montero. Tan solo dos semanas antes del encuentro en Arequipa, García Montero lanzó el primer dardo público contra Santiago Muñoz: “[La RAE] está en manos de un catedrático de Derecho Administrativo experto en llevar negocios desde su despacho [de abogados] para empresas multimillonarias”. Ayer (dos meses después) no hizo falta ni preguntarle al responsable del Cervantes sobre su enfrentamiento con Muñoz Machado: “Sigo manteniendo lo que dije”, expresó en un desayuno informativo ante diferentes medios, entre ellos EL PAÍS, donde recordó también que “corresponde al Instituto Cervantes proponer la sede del Congreso de Lengua Española, así ha sido desde hace 37 años”.Fuentes de la RAE aseguraron a EL PAÍS que el acuerdo de designar como sede del próximo CILE a Panamá “no se comunicó entonces por decisión de las Academias, entre otros motivos porque aún quedan tres años para el próximo Congreso y porque la situación de tensión y desencuentro que el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, provocó en Arequipa hizo que no fuese el mejor momento para el anuncio”. El director de la RAE sí se lo comunicó personalmente al ministro de Exteriores, José Manuel Albares, el mismo día en que regresó de Arequipa, añadieron las mismas fuentes.

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