La Unión Europea ha lanzado un serio aviso a los Estados miembros sobre los riesgos que está asumiendo el continente por “las coberturas vacunales subóptimas” existentes en la mayoría de los países frente a enfermedades infecciosas hace poco casi eliminadas y cuya incidencia está aumentando ahora, como el sarampión, o por la detección del virus que las causan en aguas residuales, como la polio.“Gracias a la vacunación, hemos erradicado la viruela y controlado enfermedades graves como la polio, la difteria y el tétanos. El reto actual de la inmunización reside en salvaguardar estos logros. Es necesario intensificar los esfuerzos para mantener una alta cobertura de vacunación. Cada dosis de vacuna cuenta y es fundamental para una protección óptima”, defiende Pamela Rendi-Wagner, directora del Centro Europeo para el Control de Enfermedades (ECDC). Esta agencia de la Comisión Europea pone el foco en el sarampión y la polio en una nota publicada este lunes. Más de 35.000 personas han contraído la primera enfermedad en los países del continente durante 2024, de las que 23 fallecieron —una en Irlanda y el resto en Rumanía, entre ellas 14 niños menores de cinco años—, una incidencia que multiplica por 10 la de años anteriores. Los brotes de la enfermedad no se han detenido este año y siguen golpeando a muchos países, entre ellos España.Según el último Boletín Epidemiológico Semanal en Red, publicado por el Instituto de Salud Carlos III con datos cerrados el pasado día 20, un total de 195 personas han sido diagnosticadas de sarampión este año en España. De seguir esta tendencia, la enfermedad pulverizará en 2025 los registros de la última década, en la que los años con más casos hasta ahora habían sido 2019 (con 287) y 2024 (217).Para María Tomás, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), las causas de este incremento son dos: “El virus está circulando a nivel internacional y esto aumenta el número de casos importados que dan lugar a brotes en España entre grupos de población no inmunizados. Además, el incremento de la vigilancia está detectando más casos en población adulta que puede sufrir casos más leves, especialmente si en su día solo recibieron una dosis de la vacuna”. Las comunidades más afectadas hasta el momento son Andalucía, con 58 casos; País Vasco, con 47; y Cataluña, con 23. “Para prevenir brotes de sarampión y proteger a las poblaciones vulnerables, al menos el 95% de la población elegible debería recibir dos dosis de la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola [la triple vírica]. Sin embargo, los niveles de vacunación en la UE aún están por debajo de este objetivo, y estimaciones recientes muestran que solo cuatro países (Hungría, Malta, Portugal y Eslovaquia) informan de dicha cobertura para ambas dosis”, advierte en su nota el ECDC.La agencia pone el foco en la vertiente social de la vacunación, que protege a quien recibe las dosis pero también, gracias a la inmunidad de rebaño, a quien no puede hacerlo: “La evidencia es clara: una cobertura de vacunación insuficiente deja a demasiadas personas vulnerables, incluyendo a niños demasiado pequeños para ser vacunados y a quienes no pueden recibir vacunas por razones médicas. La protección de estos grupos depende de una alta tasa de vacunación entre la población general”.El pediatra Fernando Moraga-Llop, portavoz de la Asociación Española de Vacunología (AEV), lamenta que la inmunización en España se mantiene por debajo de estas recomendaciones en algunas comunidades. “Somos un país que históricamente ha tenido buenas coberturas vacunales y, en general, estas siguen siendo mayores que muchos países de nuestro entorno. Pero hemos observado en algunos casos una ligera disminución en los últimos dos o tres años con las dosis de recuerdo de la triple vírica”, que protege contra el sarampión, la rubeola y las paperas.El 97,8% de los niños españoles reciben la primera dosis de la triple vírica, que se administra a los 12 meses, pero eso es una media y tres comunidades —Aragón, Canarias y La Rioja—, además de Ceuta y Melilla, se quedan ligeramente por debajo del 95%, según datos del Ministerio de Sanidad. Estos no incluyen a Baleares y Comunidad Valenciana, que no han aportado sus registros. “Con la segunda dosis, las cifras son más preocupantes, ya que la media no llega al 95% y solo cinco comunidades superan ese porcentaje”, lamenta Moraga-Llop.Los expertos llevan tiempo alertando de que el mayor problema es que las bajas coberturas tienden a concentrarse en determinados grupos, lo que aumenta el riesgo al crear bolsas de población susceptibles de sufrir un brote cuando llega un caso importado, que es lo que está ocurriendo ahora en España. La circulación endémica del virus en el país fue erradicada hace una década, como certificó la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2017.Ante esta situación, los especialistas llaman a las comunidades a seguir trabajando en “estudios epidemiológicos que detecten grupos de población vulnerables y con una baja inmunización, y reforzar la vacunación entre ellos“. También, en palabras de Tomás, “concienciar a los profesionales sanitarios de la importancia del diagnóstico precoz de cada caso con todas las técnicas disponibles, lo que es el primer paso para evitar nuevos brotes”. Esto y el seguimiento de las adecuadas medidas de aislamiento es especialmente importante en los centros sanitarios, donde es frecuente que se produzcan contagios cuando alguna persona infectada busca asistencia sanitaria.En relación a la polio, las alertas saltaron en la UE el año pasado con la detección del virus de la enfermedad en las aguas residuales de una decena de ciudades de cinco países, entre ellas Barcelona en España. Aunque no ha sido diagnosticado ningún caso de la polio en Europa en este tiempo, el hallazgo sigue siendo considerado un riesgo. El ECDC alerta de que “unos 600.000 niños de entre 12 y 23 meses podrían no haber recibido la pauta completa de vacunación primaria contra la polio entre 2022 y 2023” y conmina a los gobiernos a “implementar campañas de vacunación de recuperación específicas y mejorar la vigilancia para abordar las deficiencias de vacunación existentes”.En España, la vacuna de la polio se administra en una pauta de cuatro dosis. La cobertura de las dos primeras, que se administran a los dos y cuatro meses de vida, es muy elevada, cercana al 98%. Pero a partir de ahí, lamenta Moraga-Llop, los porcentajes descienden en las dosis de recuerdo a los 11 meses y, sobre todo, a los cuatro años, cuando ya es del 90%. “Es un fenómeno que se observa en la vacunación, a medida que aumenta la edad descienden las coberturas de las nuevas dosis. Pero es fundamental ahora reforzar los esfuerzos y evitar que se formen bolsas susceptibles en las que podrían llegar a desarrollarse brotes”, concluye este experto.

La UE alerta a los países del riesgo del sarampión y la polio por las bajas coberturas vacunales | Sociedad
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