No sé cómo explicarlo” es una frase recurrente esta mañana en 2º B de ESO del IES Cardenal Cisneros de Albox, en la provincia de Almería. La orientadora, Nani Martínez, ha entrado para charlar sobre bienestar emocional con una pequeña pelota en la mano: quien la tiene se presenta, indica su comida preferida y qué inventaría, si pudiera. Tras los “yo, una máquina para no ir al instituto” y “yo otra que me haga los deberes ”, con sus correspondientes risas, los chicos y chicas van entrando en lo que les preocupa, angustia, estresa o da miedo. Algunos se sueltan a hablar, otros se ponen nerviosos; un par de ellos no abre la boca. Martínez les ofrece consejos para identificar y gestionar lo que sienten, y pedir ayuda. Trata de promover, sin nombrarlas, habilidades como la empatía, la comunicación, la colaboración o la adaptabilidad.Paz Civit, presidenta de la recientemente creada Asociación Profesional de Orientadores Educativos de Cantabria, relaciona directamente estas habilidades blandas, interpersonales, sociales o para la vida, con el bienestar emocional, clave para la prevención en salud mental. Es el terreno que pisa este reportaje. La ansiedad, el bullying (acoso), las autolesiones, el suicidio; la dura realidad que plantea la serie Adolescencia aparece en las conversaciones como notas a pie de página. Aquí la pregunta es cómo lograr que la crisis nunca llegue a estallar. “Entre todos hemos de detectar los indicios”, el humo antes de que aparezca el fuego, emplaza Martínez, convocando con ese todos a orientadores, tutores y docentes, alumnos, equipos directivos, familias, administraciones locales y agentes sociales.La Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnado tiene publicado material con recursos educativos “para desarrollar habilidades sociales y emocionales, y valores de convivencia”, en su caso como herramientas de prevención del acoso escolar. Mejorar la autoestima, aprender a decir que no. Su vicepresidenta, Leticia Cardenal, estima que estas competencias no cognitivas deberían ser transversales al currículo, pero no se están trabajando lo suficiente en el entorno educativo. “Se da mucha prioridad a la parte del temario, cuando el desarrollo emocional es igual de importante a la hora de educar”, argumenta Cardenal, quien es partidaria de establecer un banco de buenas prácticas que sirvan de ejemplo y sean replicadas en otros centros.Rosa Rocha, presidenta de la Asociación de Directores de Institutos Públicos de la Comunidad de Madrid (Adimad), cree que ahora se presta más atención a mejorar el clima escolar, y que cada vez quedan menos casos de salud mental fuera del radar. Menciona la creación de los equipos y el coordinador de bienestar, aunque lamenta que, al menos en la Comunidad de Madrid, el profesor que asume ese cargo no tiene ni complemento económico, ni reducción horaria ni un peso específico dentro del claustro, con lo que su figura queda bastante diluida en la práctica. “La Administración dice que hemos de trabajar las emociones en el aula, pero no existe una implementación normalizada y generalizada”, revela María de las Olas Rodríguez, presidenta de la Asociación Profesional de Orientación Educativa de Castilla y León (APOECYL). Cada comunidad autónoma y cada centro “va haciendo lo que puede”, en función de su contexto, percibe la experta, que agrega que el apartado de habilidades blandas y gestión de las emociones no tiene un espacio propio, ni único, en los centros de educación secundaria. Dependiendo del caso, este trabajo puede encuadrarse dentro de los planes de convivencia, de igualdad, de inclusión, de interculturalidad, de diversidad, dentro de los programas de alumnado mediador…Prevención “Con la covid, la labor de la orientación, centrada fundamentalmente en las necesidades educativas especiales, basculó hacia la acción tutorial, que es donde se enmarca toda la prevención en bienestar”, contextualiza Pablo Berbel, coordinador del Equipo de Orientación Educativa de Olula del Río, área en la que se incluye el Cardenal Cisneros. “Vimos que lo realmente importante era el bienestar”, remacha Berbel. Ana Cobos, presidenta de la Confederación de Organizaciones de Psicopedagogía y Orientación en España (Copoe), diseña y desarrolla en su IES — Ben Gabirol, en Málaga— actividades de acogida; los programas Conoce al alumnado o Mi yo del futuro (con cuestionarios personales), así como fichas didácticas en el Día de la Salud Mental. Paz Civit aboga por los círculos dialógicos y las prácticas restaurativas.Una clase para potenciar el bienestar personal y la convivencia en el IES Cardenal Cisneros de Albox, en Almería. Chema ArteroCobos por su parte reivindica que, para abordar este cambio de enfoque, se debería bajar la ratio de orientador por estudiantes: uno por cada 800, de promedio, cuando lo recomendable es uno por cada 250. A esta carencia estructural de orientadores se suma la carga burocrática y la necesidad de que el profesorado se forme. “Es quien está en el aula y puede detectar los problemas de manera precoz, para atajar desde la prevención”, interpela. “Hay formación, y se incentiva, pero es voluntaria”, matiza Rodríguez.Quienes como ellas trabajan en este campo observan que ocuparse de las habilidades sociales y de la gestión de las emociones ayuda, pero lo cierto es que no existen datos ni estudios que evidencien dicha influencia positiva, admite Rodríguez. Las estadísticas sí que prueban que el mal estado emocional de un centro empeora sus resultados académicos, acota. Fracaso escolar, repeticiones, absentismo. Como dice Rosa Rocha, el conocimiento no es posible si quien ha de aprender se encuentra mal anímicamente.Más informaciónEn opinión de Civit, no hace falta inventar nada para trabajar las habilidades blandas dentro del aula. Basta con ahondar en el enfoque competencial que propugna la Lomloe (ley educativa en vigor). El aprender haciendo favorece la creatividad, el espíritu crítico o la colaboración, que “no se ejercitan sentados cinco horas tras una mesa ni en un taller montando piezas con una máquina”, opone. “Las dinámicas de clase están conformadas, cada vez más, por el trabajo en grupo, o por proyectos”, tercia Berbel. El experto apunta al cambio metodológico que trae consigo el modelo de situaciones de aprendizaje, definidas por la ley como actividades diseñadas por el profesorado que permiten al alumnado aplicar conocimientos y desarrollar competencias clave, mediante la resolución de problemas, en escenarios reales o simulados.Según Rodríguez, de APOECYL, las barreras que impiden el desarrollo de este tipo de cuestiones extracognitivas en el aula son el enfoque excesivo hacia el contenido y la falta de tiempo, que no deja espacio para coordinar ni hablar de educación. Lo urgente comiéndose a lo importante, viene a sugerir. “Hemos de invertir en recursos para que los docentes encargados del bienestar o la convivencia se puedan dedicar a su tarea, y no carguen con otras obligaciones”, demanda. En este punto, destaca la figura del profesor de servicios a la comunidad, no implantada en todos los IES, y muy importante, considera. También resalta las bondades del aprendizaje-servicio, donde centro y entorno se enriquecen mutuamente. Rodríguez concluye que, cuando la escuela se abre a su comunidad y la comunidad educativa avanza cohesionada, la cosa funciona. Es una visión compartida con el equipo directivo del Cardenal Cisneros, que, para escenificar la apuesta, recibe a EL PAÍS acompañado de Berbel como representante del equipo de orientación, y de Eva Vanesa Águila, concejala de Salud, Bienestar e Inclusión Social, Igualdad y Asociaciones del Ayuntamiento de Albox, con el que, enfatizan, colaboran fluida y asiduamente. “El trabajo sistemático y la calidad de los docentes es clave para lograr un buen clima y el bienestar emocional del alumnado”, comenta Águila, psicóloga de profesión. “Hay que estar disponible”, puntualiza Martínez.Espacios segurosEste “instituto tranquilo, de una zona interior de la provincia de Almería con una mezcla de población rural y urbana”, según define Ana Cruz, directora del centro, cuenta con unos 600 alumnos, un claustro de 70 profesores y una oferta formativa de secundaria obligatoria, bachillerato y ciclos formativos de grado básico de Peluquería y de grado medio y superior de Peluquería, Informática y Automatización, y Robótica Industrial. Su orientadora centra las sesiones sobre bienestar emocional en 1º y 2º de ESO, porque tiene que priorizar, y considera que los cursos más bajos son los que más lo necesitan. Pero más allá de una charla puntual, la clave está, a su juicio, en el clima cálido y acogedor que cada centro sea capaz de crear. Detalle de una sesión sobre bienestar y convivencia en el IES Cardenal Cisneros de Albox (Almería).Chema Artero“Necesitamos que los centros sean espacios seguros, en los que los adolescentes se sientan incluidos, con los que tengan apego”, reflexiona Civit. “Nuestro alumnado ha de encontrar un referente al que contarle sus inquietudes”, defiende Martínez. Un tutor cercano, un equipo directivo accesible, el grupo de alumnos mediadores —a punto de ponerse en marcha en el IES albojense— al que recurrir a la hora del recreo. “Hay que dejarlos hablar, y escucharlos”, receta Carmen Moreno, catedrática de Psicología Evolutiva y de la Evolución de la Universidad de Sevilla e investigadora principal del estudio HBSC (Health Behaviour in School-age Children), auspiciado por la ONU, en España.“Yo a mis alumnos les digo: buscadme cuando tengáis problemas”, cuenta Rafael Luis Lozano, profesor de Matemáticas y tutor de 2º B de ESO en el Cardenal Cisneros. Casi todos los días acude alguno con sus cuitas. Él observa que tienen problemas de asertividad e inseguridad, y les falla la comunicación interpersonal, que se ha trasladado a las redes sociales. “Si les quitas el móvil les quitas su herramienta de comunicación”, advierte Lozano. Intenta estar al día de los canales y códigos de los jóvenes a quienes instruye para poder detectar indicios de que algo va mal. “Si no, me pasan por delante de las narices y ni me entero”, confiesa.El reto de 2º de ESOSu clase no parece conflictiva, se expresa razonablemente bien y se muestra respetuosa. Aun así, los expertos consultados coinciden en que 2º de ESO, el nivel educativo que congrega a chicos y chicas de 12 y 13 años, es el más revolucionado de toda secundaria. “Los de 1º acaban de llegar del colegio, aún muy arropados; en 3º y 4º ya se han hecho definitivamente mayores; 2º es la transición, en la que están descubriendo nuevas experiencias”, resume con una sonrisa Ana Cruz, la directora del instituto. “Tienen sentimientos de incomprensión y sensación de injusticia”, añade, a su lado, la vicedirectora, María Jesús Navarrete. “Es el momento de rebelarse contra la autoridad de papá y mamá, entre otras cosas porque están muy cansados de que les demos la chapa todo el día: ‘Eso no se hace’, ‘así, no”, completa Martínez.Hoy, como todos los viernes, 2º B de ESO ha comenzado con una asamblea en la que han puesto en común opiniones e inquietudes. Es una práctica que a Moreno le parece muy saludable para ejercitar las habilidades sociales. “Necesitan ese espacio para hablar de lo que les preocupa y debatir sobre la actualidad con espíritu crítico”, argumenta. A tercera hora ha entrado la orientadora; al finalizar su sesión, les ha dado a los adolescentes un folio con un saco dibujado en el que les ha pedido que escriban los problemas que les pesan. Uno de los chicos teme “que entremos en guerra” y “que haya una dictadura”. Una de las chicas ha llenado su saco hasta los topes de angustia e inseguridades sobre su cuerpo y su personalidad. Se siente infravalorada, piensa que a veces no es suficiente para los demás, y se siente sola. Al menos, escribirlo en un papel y pasárselo a la orientadora ha sido su manera de pedir ayudar.Un coro intergeneracional Para celebrar el Día Mundial del Agua (27 de marzo), el coro municipal de adultos de Albox se unió al coro de profesores del IES Cardenal Cisneros y a los alumnos de 1º de ESO para interpretar la canción Ama el agua, compuesta el curso pasado por los estudiantes de 4º de ESO. El proyecto, que movilizó transversalmente al centro, es un buen ejemplo de “cómo podemos mezclarnos y trabajar en equipo en algo que nos emociona a todos”, exclama, enérgica y entusiasta, Sabela Mariñas, profesora de Biología y de quien partió la idea: su grupo de Geología de 4º compuso la letra y la música, y la grabó; los de Cultura Científica, también de 4º, hicieron un videoclip; los alumnos de FP Básica de Peluquería, a quien Mariñas da clase, se ocuparon de peluquería y maquillaje. Miguel Ángel González, profesor de Música y de Artes Escénicas y Danza, colaboró desde el principio. En el videoclip un chico convence a sus compañeros de no malgastar el agua, apelando a la herencia de consumo responsable transmitida por su abuela. Tirando del hilo intergeneracional surgió la idea del coro, en el que, como curiosidad, cantó una abuela (del coro municipal) junto a su nieto, que cursa 1º de ESO.El teléfono 024 atiende en España a las personas con conductas suicidas y sus allegados. También ofrecen asistencia la Fundación ANAR (900 20 20 10), el Teléfono de la Esperanza (717 003 717) y el número de WhatsApp 666 640 665.

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