
La Iglesia católica recaudará este año más dinero a través del IRPF. Los datos provisionales publicados por la Conferencia Episcopal Española (CEE), elaborados a partir de la información de la Secretaría de Estado de Hacienda, indican que 7.946.347 contribuyentes marcaron la casilla destinada a la institución en 2024, 106.363 más que en el ejercicio anterior. El aumento numérico se traduce en un incremento económico notable: la asignación asciende a 429.335.080 euros, 46,9 millones más que en 2023, lo que supone un crecimiento del 12%.El peso relativo de quienes destinan el 0,7% del impuesto a la Iglesia pasa del 30,43% en 2023 al 30,08% en 2024, un descenso de 0,34 puntos, pese al aumento de declaraciones absolutas. El cambio se explica por el crecimiento de contribuyentes que no marcan ninguna casilla, que sube 1,09% y roza ya el 40% del total. La casilla destinada a fines sociales también retrocede 1,04%, lo que evidencia un cambio de tendencia en el comportamiento fiscal de los ciudadanos.La Conferencia Episcopal insiste en que el número real de contribuyentes favorables supera los nueve millones, al contabilizar también las declaraciones conjuntas, una fórmula habitual en parejas y familias. El reparto territorial muestra que el número de contribuciones en favor de la iglesia aumenta en 16 de las 17 comunidades autónomas, con especial peso en Andalucía, Madrid, Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha. Navarra es la única comunidad en la que baja el número de declaraciones, como ocurre también en la Hacienda foral de Vizcaya, mientras que Guipúzcoa es la excepción en porcentaje asignado, donde aumenta por segundo año consecutivo. La institución lo atribuye al trabajo diocesano con la Diputación. Los retrocesos más pronunciados se concentran en Navarra (-0,84%), Cantabria (-0,65%) y Castilla-La Mancha (-0,61%).Un aumento que no implica más fielesEl incremento recaudatorio convive con un escenario social que apunta hacia una España cada vez más secularizada, sobre todo entre los jóvenes. Datos del CIS de abril indicaban que menos de la mitad de la población se identifica como católica. La caída es sostenida: hace cuatro décadas, el 90,2% se declaraba creyente; hace diez años, el 68,8%; hoy, el 55,4%, y solo el 18,8% acude a oficios religiosos con frecuencia. Entre los menores de 24 años la proporción se reduce a cerca de un tercio.La percepción pública sobre el sistema de financiación tampoco acompaña al repunte económico. El Barómetro sobre Religión y Creencias elaborado por la Fundación Pluralismo y Convivencia, dependiente del Ministerio de Presidencia, reveló, el pasado mes de noviembre, que el 54% de los encuestados se muestra en contra de la casilla de la Iglesia en el IRPF, y solo el 47% de los católicos la respalda. Entre quienes profesan esta religión, un 34% defiende la autofinanciación de las confesiones, un 6% rechaza la casilla pero apoyaría otras fórmulas de apoyo estatal, y un 5% la aceptaría únicamente si pudiera extenderse a otras religiones. El debate sobre el modelo continúa abierto, especialmente tras los compromisos de transparencia y modernización que el Gobierno exige desde hace años.Una institución cercada por los abusosEl auge recaudatorio coincide con uno de los frentes más delicados de la Iglesia española: la reparación a víctimas de abusos sexuales. El plan de los obispos de indemnizar por el escándalo de la pederastia naufraga: solo un 2% de las víctimas han sido reparadas según desveló este periódico en septiembre. Los obispos han dado un paso atrás y debatirán con el Gobierno cómo indemnizar a las víctimas de pederastia que no quieren acudir al plan eclesiástico PRIVA. Lo anunció hace un par de semanas Francisco César García Magán, secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), en la rueda de prensa final de la Asamblea Plenaria. La Iglesia siempre se había negado, hasta ahora, a colaborar con el Gobierno que anunció, hace doce meses, la aprobación de un plan para reparar a las víctimas con un fondo donde también colaborase la Iglesia. La institución católica lo rechazaba hasta ahora con el argumento de que los abusos no son algo exclusivo de su religión, sino que se dan en todos los ámbitos. El aumento de recursos que recibirá la Iglesia refleja una capacidad todavía robusta de movilización entre una parte de la ciudadanía, al tiempo que los indicadores sociales dibujan una España más plural y menos confesional. La fotografía del IRPF muestra que la institución conserva fuerza en términos absolutos, aunque pierda terreno proporcionalmente.
La Iglesia ingresará 429 millones por el IRPF, máximo histórico pese a la secularización creciente | Sociedad
Shares:
