Acostumbrados a su Argentina natal, el país con más psicólogos del mundo según la Organización Mundial de la Salud, a Matt Fuentes y Agustín Rodríguez les llamó la atención un detalle cuando se mudaron a España. Instalados en Sevilla desde 2021, estos dos emprendedores de 25 años detectaron que entre los jóvenes españoles no estaba tan extendido el hábito de ir a terapia. Por motivos, aduce Fuentes, como la falta de tiempo o de recursos económicos para acudir regularmente a consulta. Por ello, decidieron darle forma a una idea: “Democratizar el acceso al bienestar emocional”, describe.Ese fue el germen de Zicofy, la startup que ambos lanzaron en 2023 con el foco en aplicar la inteligencia artificial (IA) al área de la psicología. Usando esta tecnología, la compañía ha desarrollado en sus primeros dos años de vida una herramienta, ZicoAsis que, en palabras de sus creadores, está destinada, por un lado, a facilitar el trabajo a los psicólogos y, por otro, ofrece una alternativa de acompañamiento emocional para cualquier persona, ya que el usuario “entabla una conversación con una IA empática que le ayuda a ordenar sus ideas con el objetivo de acercarlo lo más posible a la consulta” que necesita. Y todo ello, a un precio más asequible.ZicoAsis parte de las conversaciones extraídas entre la IA y los pacientes (que, desde Zicofy, prefieren llamarlos “consultantes”) para generar un informe previo sobre esa persona y que resultará especialmente útil para que los terapeutas registrados en la herramienta al agilizar el propio proceso terapéutico y mejorar la precisión de los diagnósticos. Se trata, en las propias palabras de Fuentes, del “producto estrella” de la compañía, ya que el algoritmo empleado es un modelo propio desarrollado por Zicofy que ha sido entrenado, por un lado, junto a terapeutas profesionales y, por otro, incorporando los millones de casos prácticos reales y toda la información recogida en el DSM-5, el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales considero como “el manual de la psicología clínica”, como lo define Fuentes.Un ejemplo práctico: todo profesional que quiera participar deberá, entre otras cosas, introducir sus datos e indicar cuál es su especialidad dentro de la psicología. A partir de ella, y teniendo en cuenta el estudio previo del consultante generado tras la conversación con la IA, la plataforma ZicoAsis sugiere automáticamente un informe pre-diagnóstico ajustado a los criterios del DSM-5. Este informe puede ser editado o complementado por el profesional antes de ser entregado, permitiéndole ahorrar tiempo, aumentar la precisión del diagnóstico y centrarse en lo más importante: la atención al paciente. Todo el proceso está respaldado por una IA validada científicamente en colaboración con la Universidad de Sevilla para dar mayor eficacia y fiabilidad en cada etapa. Este servicio, por el momento, se encuentra únicamente disponible a través de los psicólogos, esperando lanzar más servicios basados en la misma IA directamente para consultantes a mediados de año.
Un lugar para hacer realidad las ideas
Una decisión tomada con el corazón propició el nacimiento de Zicofy. En 2021, tras licenciarse en Ciencias Políticas, Matt Fuentes cambió Buenos Aires por Sevilla para estudiar un máster en negocios, atraído por la ciudad que le había cautivado un año antes durante un viaje, por el ambiente de Triana –viste orgulloso una pulsera en homenaje al barrio hispalense- y por el Sevilla FC, del que ahora es abonado. Poco después llegó su socio, Agustín Rodríguez, periodista de formación y experto en tecnología, producto e inteligencia artificial. Tal fue su desarrollo que hace unos meses fue invitado al congreso DevDay que organiza OpenAI, la mayor empresa de inteligencia artificial del mundo.
Entre ambos surgió el “amor profesional”, recuerda Fuentes, y plantaron la semilla de Zicofy, motivados por el fértil ecosistema de incentivos al emprendimiento que descubrieron en Andalucía. “Si imaginas algo, acá te dan las herramientas para que lo puedas hacer. Se nota que está habiendo mucha inversión pública y privada”, resume Fuentes.
Fundación: 2023
Sector: Tecnología del bienestar
Ámbito de impacto: Salud
El equipo de Zicofy: a la derecha, los fundadores, Matt Fuentes y Agustín Rodríguez, junto a Simeón Muñoz y Jimena Bosch, las últimas incorporaciones. KIKE TABERNER
Zicofy no hubiera sido posible, reconoce Fuentes, si él y su socio no hubieran descubierto en la Universidad de Sevilla el entorno apropiado para emprender y aterrizar sus ideas. “Hay muchos incentivos, eventos, oportunidades…, como que te empujan mucho a hacerlo”, afirma Fuentes, que también destaca el apoyo instituciones como la Junta de Andalucía o entidades como la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE), que el pasado año julio concedió a Zicofy el premio Joven Universitario a nivel local y autonómico. “Fuimos encontrando capital para financiarnos en los primeros pasos a través de premios, subvenciones y conectando con inversores”.El apoyo “fundamental”, considera Fuentes, para constituir la empresa llegó en julio del año pasado. Fundalogy, la herramienta de impulso a startups con impacto en fases tempranas (denominadas pre-seed y seed en el argot) de Fundación Unicaja, proporcionó pulmón financiero a Zicofy durante la primera ronda de financiación abierta por la empresa. “Sin ellos no lo habríamos conseguido. Creo que apostaron por nuestra idea por dos razones: primero, por el equipo, y luego, por el impacto social que generamos”, reconoce Fuentes sobre el papel de la entidad, que participa en otros 18 proyectos.
Lo que une a las personas
El apoyo
Javier de Pro
Director general de Fundalogy
“Aportamos valor y tratamos de contribuir a la generación de un tejido empresarial estable”
El emprendedor
Matt Fuentes
Fundador de Zicofy
“Si imaginas un emprendimiento, en Andalucía te dan todas las herramientas para llevarlo a cabo”
El cliente
Giulia Altea
Psicóloga
“Las herramientas de Zicofy son una manera más accesible de tener apoyo psicológico, que debe ser una prioridad”
“La proactividad de Matt y Agus es algo que se detecta fácilmente, pero su capacidad para encontrar la forma de abordar y solucionar los problemas no es tan fácil de encontrar”, resalta Javier de Pro, director general de Fundalogy, sobre el equipo fundador de la startup. En la toma de decisiones de inversión tuvieron en cuenta especialmente que la tecnología de Zicofy “permite que cada vez más personas puedan comenzar a trabajar en su bienestar emocional automatizando procesos y reduciendo costes”. Una máxima que define la forma de actuar de Fundalogy: a través de la “inversión social de impacto”, como subraya de Pro. “Aportamos valor, acompañamiento y el impulso económico que necesitan los emprendedores de nuestra región en esas primeras fases, tratando de contribuir a la transferencia de la tecnología a la propia sociedad y la generación de un tejido empresarial estable”.Una ruta de aprendizajeEn estos dos años de vida, el modelo de negocio de Zicofy ha sufrido varias modificaciones hasta llegar al momento actual. La primera idea que tuvieron Fuentes y Rodríguez fue la de ofrecer un lugar de encuentro donde cualquier persona pudiera hacer match con el psicólogo que mejor se adaptase a sus necesidades. Decidieron que su público sería el más joven, tanto por ser nativos digitales como porque se trataba de una propuesta más barata y accesible que las consultas tradicionales. A la hora de buscar a los psicólogos, también optaron por una generación de profesionales jóvenes, por lo que aprovecharon su ligazón con la Universidad de Sevilla y comenzaron a contactar con graduados en Psicología, a los que denominaron zicos.
Sevilla dejó huella en Fuentes: se abonó al Sevilla FC y luce con orgullo pulseras con banderas en homenaje a Triana y Andalucía junto a la de su Argentina natal. KIKE TABERNER
El apoyo de Fundalogy fue fundamental para Zicofy. En la imagen, Fuentes y Javier de Pro, director de Participadas de la entidad, sellan la primera ronda de financiación de la startup. FUNDALOGY
Los incentivos al emprendimiento, como el premio de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE, en la imagen) impulsaron el crecimiento de Zicofy. KIKE TABERNER
Una de las primeras zicos que colaboró con ellos fue Giulia Altea, de 31 años y natural de Cagliari (Italia), que conoció la idea mientras cursaba un máster de Psicología Familiar en Sevilla. Como aún era estudiante y no podía ejercer de manera profesional, vio una oportunidad: “Me pareció muy interesante para practicar, para tener una toma de contacto con los consultantes y, además, conocer cómo es acompañarlos emocionalmente”, resalta. La rutina era sencilla: ella, como terapeuta, recibía un mensaje de cualquier usuario a través de la plataforma y acordaban una fecha para la consulta. “Era una manera más accesible de tener apoyo psicológico, al que hay que darle mucha importancia para que sea una prioridad en tu vida”, afirma la psicóloga. Fuentes, por su parte, explica que “los comentarios más lindos de los usuarios siempre nos decían: ‘No puedo creer que esté pudiendo hacer esto sin pagar 70 u 80 euros la sesión”.Tras esa colaboración con los zicos, Fuentes y su equipo desarrollaron un primer boceto de chat conversacional, ZicoChat IA, cuyo algortimo fue entrenado para que cualquier persona pudiera dialogar con representaciones digitales de figuras clave de la psicología como Sigmund Freud o Abraham Maslow. Además, la herramienta les permitía medir el progreso real de los consultantes a través del análisis de las conversaciones. Sin embargo, seguían sin estar satisfechos. “El aprendizaje fue necesario para darnos cuenta de que nuestro negocio iba por otro lado, pero siempre enfocado a acercar a la mayor cantidad de gente el bienestar emocional”, revela Fuentes.Por eso ahora están orientados hacia un nuevo horizonte. Para apostar por el crecimiento en el mercado, a los fundadores de Zicofy se han sumado otras tres personas en los últimos meses: Simeón Muñoz, como responsable de Crecimiento, Vicente Rivas en desarrollo de Producto y Jimena Bosch para el departamento de Comunicación. El equipo se ha mudado a Valencia tras ser seleccionados a finales del pasado septiembre para formar parte de Lanzadera, la mayor aceleradora de startups de España. Y ya piensan en los próximos pasos: “Estamos construyendo algo que no solo escala, sino que transforma realidades”, revela Fuentes. El reto que tienen por delante ahora es mantener el ritmo de crecimiento sin perder el enfoque en el impacto social ni comprometer la calidad ni la validación científica que los distingue. “Obviamente no es lo mismo, pero no se trata de reemplazar a una persona, sino de tener una opción más asequible y barata para encontrar ese acompañamiento emocional”. Puede que en algún algoritmo esté la solución.
“No hay ‘startups’ sin personas”
Para Javier de Pro, director general de Fundalogy, la sociedad inversora de Fundación Unicaja, “las nuevas tecnologías son poderosas herramientas que ayudan y optimizan la gestión, pero siguen colocando en el centro de todo este frenético avance al recurso humano”. Y enfatiza: “No hay startups sin personas”. Por eso, la propuesta de Zicofy les interesó desde el primer momento por su “absoluta concienciación sobre el bienestar emocional y la salud mental”. Del equipo, destaca que sus perfiles son “cualificados e inquietos intelectualmente, con un grado de dedicación e implicación en el proyecto absoluto”.
Zicofy recibió el premio Joven Universitario de la Asociación de Jóvenes Empresarios en julio de 2024. Foto: KIKE TABERNER
Sobre el impacto social de la idea, De Pro considera que la startup “hace más accesible un servicio cada vez más importante para cuidar el bienestar de la población”. El directivo de Fundalogy destaca también que ofrece una retribución económica a “perfiles destacados” de recién graduados en Psicología, “que quizás no tendrán una oportunidad laboral en otras condiciones”. Algo “alineado” con los fines fundacionales de Fundalogy. “Zicofy permite que cada vez más personas puedan comenzar a trabajar en su bienestar emocional reduciendo tiempos y haciendo más eficiente su labor”, resalta De Pro.