La lesión seria de Trent Alexander-Arnold, la segunda del inglés esta temporada, ahondó en la sensación de que la banda derecha del Madrid está maldita. De abajo arriba, por ese flanco todo son problemas físicos, incomodidades, gente fuera de lugar o poca productividad. El equipo blanco se ha quedado sin laterales puros, al menos, para el próximo mes, y del centro del campo hacia adelante hasta seis jugadores (Mastantuono, Brahim, Rodrygo, Güler, Valverde y Camavinga) han ocupado esa orilla sin gran resultado a la vista. Unos no han tenido el peso esperado, otros no quieren estar ahí y alguno ha aparecido en ese carril de forma circunstancial. El último inconveniente ha ocurrido en la zaga con la caída de Trent para unos dos meses cuando a Carvajal no se le espera hasta 2026. El club, que el curso pasado ya sufrió un gran roto en esa posición tras la grave rotura del canterano, se reforzó con Alexander-Arnold e, incluso, pagó 10 millones al Liverpool por disponer de él un mes antes, para el Mundial (su contrato en Anfield acababa en junio); sin embargo, doblar el puesto no ha evitado que el agujero continúe. Desde agosto, Carvajal y Trent han estado sanos a la vez solo en seis de los 20 partidos. El defensa sufrió este miércoles su segunda lesión de la campaña en el momento en que parecía levantar el vuelo. Este domingo (21.00, Movistar), contra el Celta en casa tras seis choques seguidos fuera, las soluciones más a la vista son Valverde, Asencio e, incluso, Militão, que ya jugó ahí con Brasil, como advirtió Xabi Alonso. La opción que más ha convencido hasta ahora ha sido el uruguayo, pero una de las grandes polvaredas de la temporada se produjo cuando antes del duelo en Kazajistán, el charrúa, uno de los distantes con el técnico, aseguró que él no había nacido para jugar como lateral. Este sábado, el tolosarra lo masajeó. “Siempre es generoso, antepone la necesidad del equipo a su posición natural”, comentó sin desvelar sus elección ante los vigueses. A partir de la medular, los problemas han sido, sobre todo, de rendimiento y han redundado en la dependencia goleadora de Kylian Mbappé. La primera opción preferente, Franco Mastantuono, apenas sumó un gol y una asistencia hasta la pubalgia de hace un mes. En una entrevista en la Ser, ya deslizó que en River no actuaba tan en banda. “Tenía un rol más protagonista, jugaba un poco más suelto, podía tirarme al medio. Hoy el entrenador me pide que juegue más pegado a la raya”, afirmó el joven, que lleva dos partidos en el banquillo después de la lesión. El 40% de ataques, por la izquierda; el 32%, por la derechaRodrygo le comunicó a Alonso que prefería la izquierda y el vasco lo convirtió en competencia para Vini, pero desde que el siete es sustituido menos tras el incidente en el clásico, el paulista ha regresado más a la derecha. De momento, sigue sin estrenarse en ninguno de los costados. Sí lo hizo Güler ahí en el derbi, pero su misión en la temporada ha sido más organizativa por el medio. Brahim, en cambio, siempre ha asomado por la diestra, pero su efervescencia ha perdido gas. Así que en las últimas semanas Xabi ha tendido a usar un centrocampista en perjuicio de un atacante. Le salió bien ante el Barcelona con el inédito Camavinga, aunque esa solución ortopédica no echó raíces. El más reciente ha sido Valverde, mucho más habituado, sin embargo, siempre puntualizó que tampoco en el medio por la diestra era su ubicación favorita. El desfile de jugadores y roles ha resultado continuo por una banda derecha que, como señaló Rodrygo en marzo de 2024, vive a la sombra de la otra. “El estilo del equipo siempre favorece a quien juega en la izquierda”, dijo entonces, a medio camino entre el análisis y la frustración por no desplegarse por ahí. Esta temporada, en las diez últimas citas, el Madrid ha realizado el 40% de los ataques por la izquierda, frente al 31,9% por la diestra y el 28,1% por el centro, según los registros de Opta. La inclinación del Madrid es recostarse sobre la izquierda, pero ahora el problema añadido es que en la derecha nadie levanta la mano en ataque y los laterales han vuelto a la enfermería.

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