Las maniobras militares Misión Justicia 2025, que China lanzó el lunes alrededor de Taiwán, han alcanzado este martes una escala inédita en términos de cobertura geográfica y cercanía a la isla principal. El Ejército Popular de Liberación (EPL, el ejército chino) ha activado 10 horas de ejercicios con fuego real en siete zonas aéreas y marítimas que rodean el territorio autogobernado, en el segundo y, en teoría, último día de unas operaciones concebidas para ensayar un cerco rápido y poner a prueba su capacidad de cortar los vínculos de Taipéi con apoyos externos en caso de conflicto. Las autoridades comunistas han enmarcado estos juegos de guerra como una demostración de su determinación para “combatir el separatismo y promover la reunificación sin vacilaciones”.Los ensayos castrenses se producen en un contexto de creciente tensión en el Estrecho: después de que Estados Unidos avanzara en los trámites para vender el mayor paquete de armas de la historia al enclave isleño (valorado en más de 9.400 millones de euros), y con las relaciones diplomáticas entre China y Japón en caída libre a raíz de unas declaraciones de la primera ministra nipona, la ultraconservadora Sanae Takaichi, en las que sugirió que un hipotético ataque chino contra Taiwán podría obligar a su país a intervenir militarmente. Preguntado el lunes en su residencia de Mar-a-Lago, el presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó que tiene “muy buena relación con el presidente Xi [Jinping]” y que los ejercicios chinos “no le preocupan”. “Llevan 20 años realizando maniobras navales en esa área”, declaró. El ministro de Exteriores chino, Wang Yi, ha aseverado este martes que es “natural” que China exprese su “firme oposición” y adopte “contramedidas enérgicas” frente a las “incesantes provocaciones de las fuerzas independentistas de Taiwán y las ventas masivas de armamento procedentes de Estados Unidos”, recoge la agencia estatal Xinhua. El EPL ha desplegado destructores, bombarderos y otras unidades navales y aéreas para realizar simulacros desde el mar, operaciones de defensa aérea y ejercicios de guerra antisubmarina, con el objetivo declarado de poner a prueba la coordinación aire-mar para una “contención y control integrados”. Esta mañana también ha practicado ataques contra objetivos marítimos y aéreos al norte y sur, así como ejercicios de artillería y maniobras con misiles de largo alcance lanzados desde suelo chino en dirección a Taiwán. Los ensayos están dirigidos por el Mando del Teatro Oriental del EPL, uno de los cinco grandes comandos de las Fuerzas Armadas chinas. Su función principal es dirigir y coordinar todas las operaciones militares del gigante asiático en el flanco oriental del país, y sería el responsable de cualquier escenario militar relacionado con Taiwán. Las pruebas con fuego real tendrán lugar hasta las 18.00 (las 11.00 en España peninsular) en siete zonas marítimas y aéreas cercanas a la isla. El EPL anunció inicialmente restricciones en cinco áreas, pero la Administración de Seguridad Marítima de China agregó posteriormente dos más, ampliando el alcance de los ejercicios. Una fuente de seguridad taiwanesa citada de forma anónima por Reuters señaló que Taipéi está siguiendo de cerca si esta ronda de maniobras incluye el lanzamiento de misiles sobre Taiwán, como ocurrió en agosto de 2022, cuando Pekín reaccionó encolerizada a la visita de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, la demócrata Nancy Pelosi. La demostración de fuerza militar cerca de aguas taiwanesas se ha vuelto recurrente desde entonces: China lanza maniobras como respuesta a cualquier acción que considera provocativa por parte de Taipéi o Washington. Las actuales son las sextas de gran envergadura en tres años. El presidente taiwanés, Lai Ching-te, ha pedido este martes a la población que permanezca “tranquila” y ha asegurado que el enclave actuará “con responsabilidad”. “No escalaremos el conflicto ni provocaremos disputas”, ha escrito en su cuenta oficial de Facebook, donde también ha hecho un llamamiento contra “la desinformación y las noticias falsas”. El líder isleño enfatizó que la paz en el estrecho de Taiwán es una “aspiración compartida por la comunidad internacional” y ha tachado el comportamiento del Partido Comunista de China: “Dista mucho del de una gran potencia responsable”, ha apostillado. El Ministerio de Defensa taiwanés detectó alrededor de 130 aeronaves del EPL (90 de los cuales cruzaron la línea media divisoria), 14 buques y ocho embarcaciones de la Guardia Costera china en las proximidades de la isla en las 24 horas transcurridas hasta las 06.00 del martes (las 23.00 del lunes en la España peninsular). Se trata del mayor número registrado en un solo día en 2025, aunque se mantiene por debajo de los 153 aviones que se identificaron en las maniobras de octubre de 2024, que Pekín lanzó como “fuerte castigo” por un discurso de Lai, al que considera un “secesionista peligroso”.Aunque Taiwán funciona como un Estado de facto —tiene un Gobierno elegido democráticamente desde 1996, una Constitución y un Ejército—, la mayoría de la comunidad internacional (incluido Estados Unidos) no lo reconoce como un país soberano; solamente 12 naciones en el mundo lo hacen. No obstante, Washington mantiene con Taipéi un pacto bajo el que le suministra armas, y rechaza cualquier cambio del statu quo en el Estrecho mediante la fuerza o la coerción.China, por su parte, lo considera una “provincia rebelde”. La antigua isla de Formosa (ubicada a unos 130 kilómetros de la provincia china de Fujian) es el lugar donde se exiliaron las fuerzas nacionalistas derrocadas por el Ejército de Mao Zedong tras el final de la guerra civil china en 1949. Aunque el Partido Comunista nunca ha ejercido autoridad efectiva sobre Taiwán, afirma que la reunificación es una “misión histórica” y no descarta el uso de la fuerza para lograr ese objetivo. Por el estrecho de Taiwán circulan cada año unos 2,25 billones de euros en comercio, mientras que su espacio aéreo actúa como un corredor clave que conecta a China con los mercados del este y el sudeste asiático. Las maniobras están teniendo impacto directo sobre ese tráfico: 11 de las 14 rutas aéreas de Taipéi se han visto afectadas, lo que ha perjudicado a más de 100.000 pasajeros y ha dejado operativo únicamente un corredor comercial, en dirección a Japón. En un correo informativo, los analistas del centro de análisis Euroasia Group afirman que la intensidad de los ensayos castrenses envían una señal clara de “determinación para disuadir el apoyo de Estados Unidos y de otros actores externos a Taiwán”. La consultora añade que la referencia oficial a una “disuasión más allá de la primera cadena de islas” debe leerse en paralelo a la reciente Estrategia de Seguridad Nacional estadounidense, “que prioriza la superioridad militar para prevenir un conflicto en torno a Taiwán”. Pese a ello, el grupo considera “poco probable” que los ejercicios rompan la actual tregua entre Washington y Pekín y descarta una crisis grave o medidas drásticas.

Shares: