Durante la ceremonia militar de ascensos, presentación y reconocimiento de generales y colocación de insignias de las Fuerzas Militares y de la Policía, realizada en el Campo de Paradas de la Escuela Militar de Cadetes General José María Córdoba, el presidente Gustavo Petro centró su intervención en los hechos ocurridos en Aguachica, Cesar, Buenos Aires Cauca, la violencia urbana y en una instrucción directa a la Policía Nacional relacionada con el control sobre los cultivos ilícitos.En su discurso, el presidente Petro llamó la atención con relación a los hechos registrados hace dos semanas en Aguachica, donde murieron siete soldados y más de 32 heridos. “Los problemas disciplinarios internos deben ser analizados a fondo”, dijo el jefe de Estado al asegurar que los uniformados que estaban en la guardia descuidaron el perímetro de seguridad.“La decisión de permitir el ingreso de una volqueta hasta el punto donde se encontraba la guardia 32 es una falta que debe ser sancionada. Situaciones como personal dormido en los puestos de vigilancia y depósitos abandonados reflejan fallas que se repiten desde hace tiempo en la vida militar. Lo ocurrido en Buenos Aires, Cauca, exige una revisión detallada de responsabilidades y procedimientos”, dijo el presidente, dejando entre ver por qué se dió el cambio de la cúpula.El presidente Gustavo Petro junto a la cúpula de Fuerza Pública. Foto:Ovidio Gonzalez S/ Presidencia.Y añadió: “El alojamiento y las condiciones logísticas tampoco pueden seguir tratándose como un asunto menor. Cuando no existe separación entre recursos, el manejo del dinero se distorsiona. Frente a este escenario, la orden es directa. Ministro de Defensa, esta responsabilidad recae sobre usted. Se trata de una responsabilidad frente a la juventud colombiana uniformada y frente a la institución. A los generales se les ha entregado el presupuesto”.Además, Petro indicó que los recursos deben priorizar lo esencial, por encima de lujos, clubes o gastos superfluos, porque sin condiciones básicas para la tropa no es posible sostener ni ganar una guerra y ordenó comprar sistemas antidrones para evitar más ataques con estos dispositivos cargados con granadas los cuales dejan “300 heridos y 58 muertos”. El presidente Gustavo Petro junto a la cúpula de Fuerza Pública. Foto:Ovidio Gonzalez S/ Presidencia.El primer mandatario también indicó que el cambio tecnológico en el Ejército y en la Armada es una necesidad. Por esa razón se planteó la expedición de un Conpes de 13 billones de pesos para el sector Defensa.“Frente a esto, se ha dicho desde algunos sectores que el país gasta más recursos en la guerra que en la educación. Esa afirmación no corresponde a las cifras. El presupuesto de educación para el próximo año asciende a 85 billones de pesos, mientras que en este caso se habla de 13 billones destinados a armamento eficaz, no a equipos para permanecer almacenados en bodegas”, dijo Petro.Así quedó uno de los drones cargados con explosivos que se hallaron en Tumaco. Foto:EL TIEMPOHomicidios.Al referirse a las cifras de homicidios, el mandatario planteó que el análisis de la violencia ha estado condicionado por una mirada que prioriza territorios históricamente asociados al conflicto armado. “Entre más grande la ciudad, y Bogotá es el ejemplo, más homicidios. Nuestra manera de mirar la violencia está deformada, porque se cree que la muerte ocurre siempre lejos, donde ha habido guerra, y no aquí”, afirmó ante la cúpula militar y policial.En su intervención, el presidente sostuvo que las dinámicas del narcotráfico no responden a una estructura exclusivamente nacional. “La mafia armada de Colombia no son solo carteles colombianos. Muchos de los jefes no viven aquí. Vivieron en Dubái, hoy viven en España, otros en Europa o Australia. Nosotros nos quedamos con los muertos, pero las ganancias se quedan en la banca internacional y en edificios inmobiliarios en Estados Unidos”, señaló, al insistir en el carácter multinacional de estas economías ilegales.General William Rincón, director de la Policía. Foto:Joel Gonzalez /PresidenciaPetro también abordó el lugar que ocupa Colombia dentro de esa cadena económica y cuestionó la persistencia del modelo actual. “Hacemos el trabajo más difícil y el valor se queda por fuera. Estamos perdiendo nuestro papel en la cadena de valorización económica”, dijo, al tiempo que mencionó el comportamiento del precio de la hoja de coca en regiones como el cañón del Micay y el río Naya, así como en países de Centroamérica, donde, según indicó, se han presentado incrementos que no siempre son reflejados en los informes internacionales.En ese contexto, el jefe de Estado impartió una orden concreta a la Policía Nacional. “La Policía debe publicar cada fin de mes el mapa satelital de cultivos. Esa información debe estar bajo control de la ciudadanía, por regiones. General, usted tiene esa orden”, manifestó, al subrayar la necesidad de acceso público a esos datos como parte del control social.En 2020 se detectaron 143.000 hectáreas sembradas con matas de coca en el país. Foto:Raúl Arboleda. AFPAl abordar la situación de homicidios en el país, el presidente señaló que la reducción de esa tasa sigue siendo un objetivo central y explicó que los recientes incrementos obedecen a factores específicos. Mencionó, entre ellos, los asesinatos de campesinos en el Catatumbo y el comportamiento de la violencia en ciudades principales. “Bogotá no está controlando la violencia y eso significa cambios”, advirtió. LEA TAMBIÉN En esa misma línea, sostuvo que la concentración de altos mandos policiales en labores administrativas debe revisarse si no se logra incidir en los indicadores de homicidio. También hizo referencia a Cali y a la presencia de grupos provenientes de otras regiones, al tiempo que afirmó que, pese a que buena parte de la violencia asociada al narcotráfico se concentra en zonas urbanas, varios departamentos del país muestran hoy menores niveles de confrontación armada. “Es importante asumir la realidad: hoy la violencia está en Bogotá”, dijo Petro al señalar que en la costa Caribe el delito ha venido a la baja, al igual que en Medellín.Redacción JusticiaJusticia@eltiempo.com