
Cristina Pedroche y su mano derecha, José Fernández-Pacheco Gallego, conocido como Josie (Manzanares, 45 años), han conseguido convertir las Campanadas en un evento seguido —y sobre todo comentado— por millones de personas. Todo gira esa noche, y los días previos y los siguientes, en torno al estilismo elegido por la presentadora para dar las uvas. Una idea que comienza en la mente del estilista y que se acaba materializando en un look que no deja indiferente. A pocos días de una de las noches más esperadas del año, Josie atiende a EL PAÍS en los pequeños huecos que encuentra en una agenda que cada vez está más cargada de compromisos. Una señal que ya vaticina lo que le espera en 2026. Se define así mismo como un “hombre orquesta”, porque es el encargado de la gestión de todo lo que tiene que ver con el estilismo de Pedroche, convertido en el secreto mejor guardado cada año: “Es una acción de comunicación de moda que va más allá de los vestidos. Esto es crear un concepto, una expectación y maniobrarla antes y después del 31. Hay que organizarlo para que todo tenga el impacto que tiene. La gente realmente no sabe lo que yo hago, si coso, bordo, pinto o coloreo. Les diría que simplemente comunico”, afirma desde su biblioteca de Villa Josie, la casa que heredó en su tierra natal (en la provincia de Ciudad Real), que lleva años reformando, fue portada de la revista AD y en la que reside cuando no está en Madrid. Más informaciónPara entender quién es hoy Josie hay que regresar a sus orígenes en Manzanares: “Me fui con muchas ilusiones y alegría porque tampoco era fácil ser un niño como yo fui en una tierra que, algunas veces, puede ser hostil cuando tienes mucha imaginación. Por 5.000 Sancho Panzas hay un Quijote. Era bastante distinto al resto de mis compañeros”. Supo desde pequeño que lo suyo era el mundo de la moda: “Siempre he tenido muy claro lo que no me gusta y lo que me encanta. Descubrí las revistas de moda femeninas a través de mi madre y de mis tías abuelas. Veía un universo muy atractivo. Lo primero, porque estaba poblada de gente que me atraía y que me parecía lo más y que compartían el mismo universo al que yo quería pertenecer”. A pesar de su pasión, no sabía si quería dedicarse al diseño, así que lo probó todo: entró en Humanidades, estudió Periodismo y completó el máster de moda de Vogue. Josie se define así mismo como un “hombre orquesta”: es el encargado de la gestión de todo lo que tiene que ver con el estilismo de Pedroche.SAMUEL SÁNCHEZEn 2008, después de pasar por distintas redacciones, le llegó la oportunidad de su vida: participar en Supermodelo, un programa de televisión: “Decían que me iba a hundir. Entonces todo lo audiovisual vinculado con la moda no funcionaba y era inexistente. Ellos le tenían pavor a la televisión y yo no tenía nada que perder”. 17 años después, Josie ha participado en todo tipo de formatos: MasterChef Celebrity, Tu cara me suena, Bailando con las estrellas y, en 2026, lo hará en Maestros de la Costura Celebrity 2. “A mí me proponen televisión cada año y ya llevo 18 consecutivos sin salir de la parrilla. Si me lanzase sin pensar a lo que llega, ya me hubiera ido por el helicóptero abajo [en referencia a Supervivientes]pero no lo cojo todo. Soy muy cuidadoso con los proyectos de televisión que manejo. Me encantaría tener otro tipo de programas en los que se vea otra parte de mí: como entrevistador podría dar mucho juego, radio o temas más periodísticos… pero siempre les computa más mi lado showman. Un mix de ambas creo que me encantaría darlo a tanta gente que me sigue después de casi 20 años”. Aunque le encantaría regresar a las revistas de moda, siente que algo ha cambiado en el sector en los últimos años: “Mi labor como comunicador siempre ha sido inspirar a los demás. Cada mes la vida cambia y es así como se ve la moda. Creo que las revistas deberían volver con todo su peso y que se acabe el foco omnipresente de tanto ídolo de barro. El empacho de información te bloquea la cabeza y es imposible inspirar en medio de tanto exceso de contenidos”. Para ello, propone una idea: “Debería haber un cónclave de periodismo de moda. Todo debería volver a su cauce y que las revistas vuelvan a ser biblias, porque viviríamos y vestiríamos mejor”. Las influencias de las que ha bebido han hecho que su sello sea muy personal: “Vengo de Humanidades, Filosofía y letras. Dirigí durante 12 años un máster en estilismo de moda y siempre les decía a mis alumnas: ‘Cuando no sepáis qué estudiar para dedicaros a la moda, ir a otros mundos del arte o la literatura, porque ahí encontraréis lo que os hace diferentes, que se lo digan a Yves Saint Laurent, rendido a Proust”. Pero también reconoce que en estos años ha contado con la ayuda del sector para poder llegar alto: “He sido un niño muy mimado por la industria y por la gente que me ha dado oportunidades, porque yo se lo he devuelto con creces. Te tienes que volcar en los proyectos que te encantan”. Aunque se ha encontrado obstáculos en el camino: “Desde que entré vi mucho cuchillo volando, pero también es importante cómo tú los manejes y cómo te quites el cuchillo cuando te lo han clavado. Algunos han sido muy duros, no te digo que no, sobre todo gente muy cercana y que de repente por estar ahí, quieren acuchillarte y quieren tu puesto, quieren ser como tú”. Y continúa: “La moda muchas veces tiene un mal karma… cuando debería ser un sitio lúdico y lleno de buena energía”. Y tiene claro el porqué de su éxito: “Yo no llegué a la moda para que me regalasen bolsos ni colonias. Llegué a la moda con una vocación de servicio. El día que la moda considere que ya no puedo servir en sus filas, me iré muy satisfecho. El mundo no empieza ni acaba en la moda”. Desde hace 11 años, además de sus proyectos dentro y fuera de la televisión, se encarga del estilismo de las Pedroche Campanadas. Más de una década que les ha cambiado la vida. “Al principio fueron años difíciles. Empecé sin camerino, vistiendo a Pedroche en una pensión con camita de níquel horrorosa en la Puerta del Sol. Desde aquel año fue marcándose un récord de audiencia hasta convertir este evento en una especie de Super Bowl. Cada vez es mejor y ahora tenemos un camerino increíble, no te digo que sea más fácil que entonces, pero si tengo mucho callo ya. Me he especializado en las Pedroche Campanadas”.Han sentado un precedente, una manera de consumir televisión y de desvelar un estilismo que engancha a la audiencia. Y pese a esa presión añadida, él consigue abstraerse de todo el ruido que le rodea: “Me lo tomo como si estuviera jugando con Cristina, es como un juego, una cosa entre ella y yo. Cuando la veo contenta y sé que puede defender ese mensaje, ese concepto, ese vestido… ya estamos felices”. Él es el que se encarga de pensar la idea de estilismo y se la transmite a la presentadora. “Es muy luchadora, valiente… Cuando le planteas algo, a lo mejor te mira con cara de susto, pero al día siguiente llama por teléfono y me dice: ‘Me atrevo’. Eso ha vuelto a ocurrir este año. Si yo no me divierto haciendo esto, es que el vestido está mal. Me tiene que entusiasmar, me tiene que apetecer hacerlo, divertirme y contagiar mi diversión. Ella hace lo suyo, lo defiende a muerte y lo disfruta”. Las críticas no le importan, o al menos ha aprendido a gestionarlas: “Al día siguiente es un escarnio público, llevo 11 escarnios públicos… pero me da igual. Hay gente que te ama, que te odia… pero no dejas indiferente a nadie. Desde niño he vivido con el insulto, con los ataques a mi forma de estar en el mundo, los dardos que me claven me los voy a quitar victorioso y voy a seguir haciendo mi vida como quiero”. Desde hace años, Josie y Pedroche buscan enviar mensajes reivindicativos con los diseños, muchos de ellos basados en experiencias personales. “El que hicimos del agua en 2023 fue porque yo viví una contaminación de un acuífero del Guadiana debajo de mi casa. Cuando estábamos excavando para hacer la alberca, vimos que el agua salía roja. Eso me marcó mucho”. Pero no siempre se trató de reivindicar. “Tienen un punto agridulce porque son deseos incumplidos: hemos pedido paz, ecología, que se cuide a la infancia… Y cada año vamos a peor. Empecé con un mundo mucho más empático que ahora. Al crear un foco tan increíble, teníamos que aprovechar para mandar estos mensajes. Aunando moda y televisión puedes dar un mensaje más allá, que no sea simplemente estético. La estética de las Campanadas es lo que menos me interesa”.No da detalles de cómo será el vestido este año, pero sí revela que ha participado en el proceso de confección gracias a lo que ha aprendido durante su paso por Maestros de la costura Celebrity 2: “Es la primera vez que he colaborado cosiendo. Estoy feliz porque la máquina de coser me ha hecho libre, porque yo he vivido una trayectoria en la moda de espaldas al corte y la confección. He aprovechado y como íbamos fatal de tiempo, me he puesto a coser el vestido”. Para 2026 tiene muchos proyectos en mente. Además del confirmado Maestros de la Costura Celebrity, su idea también es iniciar un doctorado en verano: “Voy a hacer una investigación en artes escénicas y moda centradas en la Edad de Plata con dos directoras de lujo. Estoy contento de que quieran dirigir y firmar mi tesis. Ha llegado el momento de pasar de ser Josie a ser don José. Hay que cortarse un poco la coleta del espectáculo, aunque ahora no puedo. Queda mucha peripecia de Josie en televisión en 2026”. Y piensa en otros más a largo plazo: “Me encantaría que Villa Josie se convirtiera en un motor de comunicación de estilo de vida, de moda, de gastronomía, de belleza, de decoración… Y me encantaría hacer méritos catedráticos también porque quiero volver a la docencia”. Muchos propósitos, pero por ahora el más importante del año llega en apenas unos días.
Josie, el estilista de las Campanadas de Cristina Pedroche: “Los dardos que me claven me los voy a quitar victorioso y voy a seguir haciendo mi vida” | Gente
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