“La cultura no la impone ningún gobernante, por mucho que se empeñe. Es la voluntad popular la que elige cómo le gusta vivir y sobre qué valores se ha de sustentar su existencia”.Así de contundente se expresó este domingo en el teatro Maestranza de Sevilla Victorino Martín, ganadero y presidente de la Fundación Toro de Lidia, en el XLI Pregón Taurino de la Feria de Abril, organizado por la Real Maestranza de Caballería como prólogo de la primavera taurina de la ciudad.Victorino Martín, que ya forma parte de una larga y prestigiosa lista de pregoneros, defendió la tauromaquia “como un patrimonio excepcional y múltiple que estamos obligados a preservar”, desgranó la exitosa relación de su hierro ganadero con Sevilla, y piropeó a la ciudad, de la que dijo que es “mágica y misteriosa, enamora, inspira y te hace soñar”.“El toro de hoy es el más trabajado de toda la historia de la tauromaquia, porque también es al que más se le exige en el ruedo”, añadió. “Pero la grandeza del toro se ve en la plaza; porque se cría para ser lidiado, y sin la tauromaquia, sin las corridas de toros, el toro no existiría”.“Por eso, aunque la tauromaquia sigue muy viva”, asintió, “necesita el compromiso de todos sus componentes para darla a conocer, promoverla y difundirlas sin complejos”.Se extendió a continuación en explicar las distintas vertientes del patrimonio cultural taurino. En primer lugar, señaló que “forma parte de nuestra forma de ser y de pensar”, es “patrimonio medioambiental” (“En España y Portugal existe un ecosistema único que ha creado el hombre, que es la dehesa”), patrimonio genético y de biodiversidad, fija población en el campo, y, además, “la tauromaquia para mucha gente es su vida”.“La tauromaquia es cultura que une”, concluyó.Sobre la relación de su ganadería con Sevilla, recordó el 18 de abril de 1996, cuando los ‘victorinos’ pisaron por vez primera el ruedo de La Maestranza, con Ortega Cano, El Tato y Pepín Liria en el cartel.Desde entonces, 25 comparecencias, y “el balance artístico ha sido de tardes memorables: cuatro toros de vuelta al ruedo y un indulto”.Destacó los toreros que han quedado unidos a nombres de toros memorables: El Tato (Veraniego), Liria (Gallareto), Ferrera (Disparate y Mecanizado), Ureña (Baratero), El Cid (Borgoñés), Escribano (Cobradiezmos), Emilio de Justo (Portezolano) y Borja Jiménez (Miligrano).Victorino Martín viajó después al 13 de abril de 2016, cuando en La Maestranza se anuncian Manuel Escribano, Morenito de Aranda y Paco Ureña, y en cuarto lugar sale al albero el toro Cobradiezmos, que sería indultado. “La faena es memorable”, afirmó, “y se cumple lo que había soñado, pero no como torero (Victorino fue novillero), sino como criador de toros bravos”.“Vivimos tiempos convulsos”, concluyó. “Es el momento de expresar claramente y sin complejos lo que somos y cómo queremos vivir. Los amantes de la tauromaquia estamos en la obligación de preservar y defender este rito que nos ha hecho vivir momentos extraordinarios. Si no lo hacemos hoy, mañana puede ser tarde”.

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